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martes, 23 de febrero de 2021

AMLO. Carta a l@s Gobernadores NO INTERVENCIÓN EN LAS ELECCIONES 23 feb...



PRESIDENTE ANDRÉS MANUEL LÓPEZ OBRADOR: 

Es una carta que el día de hoy estoy enviando a la gobernadora de Sonora, Claudia Pavlovich; a la jefa de Gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum, y a los gobernadores de nuestra República. Y quiero leerla para que los mexicanos se enteren.

‘Hoy, 23 de febrero, cuando recordamos tristes y avergonzados el horrendo crimen cometido por déspotas y tiranos en contra del presidente Francisco I. Madero y del vicepresidente José María Pino Suárez, me dirijo a ustedes para hacerles, con absoluto respeto a sus personas, investiduras, facultades y autonomías constitucionales, una atenta recomendación con miras a las próximas elecciones y con el más sincero propósito de establecer en definitiva una auténtica democracia en nuestro país.

‘En muy pocos momentos de nuestra historia se ha visto realizado este ideal de la democracia y recuerdo tres: primero, cuando triunfó el movimiento revolucionario y gobernó el Apóstol de la Democracia Francisco I. Madero; luego, en el año 2000, cuando se respetó el triunfo del Partido Acción Nacional y de su candidato a la Presidencia; y recientemente, en las últimas elecciones del 1º de julio del 2018, cuando la mayoría de los ciudadanos decidió apoyar el proceso de transformación que está en marcha para desterrar la corrupción y el régimen de injusticias y privilegios que predominaba.

‘Como es evidente, en la actualidad hay condiciones inmejorables para convertir en realidad esa aspiración histórica de México y establecer una verdadera democracia en nuestro país. El pueblo así lo demanda; hay partidos bien definidos en el terreno político e ideológico, existen instituciones electorales encaminadas a ser cada vez más libres e independientes, como el Instituto Nacional Electoral, el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación y la Fiscalía Electoral, recientemente creada, para combatir delitos que se cometan en esta materia y que ahora están considerados en la Constitución y en el Código Penal como graves, por lo que se castiga con cárcel y sin derecho a salir bajo fianza a quienes violen las libertades políticas de los ciudadanos.

‘Además, y esto es muy importante, se sostiene desde la Presidencia de la República el indeclinable compromiso de respetar y hacer respetar la voluntad soberana del pueblo. Por eso, no tengo duda que en esta gran tarea contaremos también con la más amplia y convencida colaboración de todas y todos ustedes.

‘La historia nos ha enseñado que la estabilidad política no se consigue en ausencia de libertad, ni mediante el puro progreso material. La democracia podrá no traer el cuerno de la abundancia, pero sí produce equilibrios necesarios para evitar que una persona o una minoría se adueñe del poder público y se propicie que la riqueza, en vez de distribuirse con justicia, se concentre en unas cuantas manos. No olvidemos que muchos de los problemas que han dado al traste con el progreso de México se han originado por la corrupción engendrada por el predominio de un sistema político elitista y antidemocrático.

‘En consecuencia, gobernadora, gobernadores y jefa de Gobierno de la Ciudad de México, les propongo de la manera más horizontal y respetuosa que establezcamos un acuerdo nacional en favor de la democracia. Por mi parte, les manifiesto que actuaré como siempre, con absoluta rectitud y en defensa de la soberanía popular, y a esto mismo les convoco a ustedes.

‘Concretamente, les exhorto a que no intervengamos para apoyar a ningún candidato de ningún partido; a no permitir que se utilice el presupuesto público con fines electorales; a denunciar la entrega de dinero del crimen organizado o de la delincuencia de cuello blanco para financiar campañas; a impedir la compra de lealtades o consciencias; a no traficar con la pobreza de la gente; a no solapar a tramposos o mapaches electorales; a evitar el acarreo y el relleno de urnas, la falsificación de actas y todas esas abominables prácticas ilegales y antidemocráticas que deben quedar en el pasado de manera definitiva.

‘Sigamos el ejemplo del gran Francisco I. Madero, cuyo principal aporte se dio precisamente en el terreno de la democracia. En ese aspecto, no hay precedente en nuestra historia, nadie como él ha creído con tanta devoción en la democracia, nadie se ha preocupado tanto como él por hacer realidad ese ideal, que era la más profunda de sus convicciones. Creía con toda sinceridad que, al establecer una república democrática, México podría resolver sus grandes y graves problemas, y avanzar con libertad y justicia hacia la prosperidad.

‘Madero no sólo nos legó el esbozo de este proyecto alternativo de nación que ha debido esperar un siglo a las condiciones para hacerse realidad, sino que dio lecciones de cómo hacerlo en medio de la tempestad; su congruencia en este fundamental asunto se advierte de principio a fin.

Todavía estaba en Ciudad Juárez cuando declaró en mayo de 1911 a un periodista estadounidense del The New York World: Al subir yo al poder voy encarnando dos principios; uno de ellos, sancionado ya por la Constitución y que de mi depende que se cumpla, y que es el de la no reelección; otro, el sufragio efectivo. Para lograr este último se necesita reformar la ley electoral, y esto depende principalmente del pueblo, pero yo me voy a constituir en el principal guardián de esa prerrogativa popular, y consideraré que mi principal deber es facilitar la libre manifestación de la voluntad popular, a fin de que las leyes sean genuina expresión de esa voluntad. En una palabra, voy a ser el principal amigo y defensor de las libertades del pueblo; por los momentos históricos por los que atraviesa México, considero secundario todo lo demás.

‘Ya en la Presidencia son muchas las muestras de respeto al sufragio y casi inexistentes las denuncias por violaciones de los procesos electorales por parte del Ejecutivo federal. Madero, como ningún otro presidente en la historia, procuró que las elecciones fueran libres y limpias. Veamos algunos ejemplos documentados por el historiador Alfonso Taracena.

El 16 de enero de 1912, Madero escribe a Manuel M. Alegre, gobernador de Veracruz, para señalarle que las elecciones locales, cito: ‘Es indispensable obrar con rectitud y usted más que ninguno es una garantía para el voto de los veracruzanos’. Tres días después, le recuerda que él está decidido, el presidente Madero, en todos los casos, a apoyar al que tenga la mayoría de votos en la elección de gobernador.

‘Les repito, -le dice el 23 de enero- para mí es exactamente igual cualquiera de los dos candidatos que resulte triunfante, pues únicamente deseo que el que tenga más votos resulte electo por ser esos los principios por que tanto hemos luchado.

‘Finalmente, el 29 de ese mismo mes le expresa su satisfacción, porque los resultados obtenidos demuestran que hubo libertad completa en las elecciones.

‘El 25 de enero de 1912, Madero le escribe al general Jerónimo Treviño, que seguía siendo el hombre fuerte de Nuevo León, cito: Usted sabe que los principios de nuestro gobierno son hacer que sea respetado el voto público en todo y por todo y considero que únicamente son estables en los gobiernos de los estados los gobernadores que cuentan con la mayoría. Por estas circunstancias, me permito suplicar a usted se dirija en lo confidencial al gobernador, al general Estrada y personas influyentes del estado para recomendarles la más absoluta neutralidad en las elecciones y que dedique todos sus esfuerzos para hacer que sea respetado el voto público.

El 28 de mayo, en víspera de los comicios, expone con precisión a Manuel Mestre Ghigliazza, gobernador de Tabasco, el principio de equidad que debía prevalecer entre los candidatos. Decía:

Lo prudente y justo es colocar a unos y otros en un perfecto pie de igualdad, de manera que sus trabajos de propaganda puedan llevarse a cabo dentro de la más completa libertad.

Considera que el gobernador no debe de inmiscuirse en buscar un apoyo moral exclusivo para determinado candidato y subraya que la alta honradez política de Mestre es la mejor garantía de que el pueblo no va a encontrar obstáculos en las próximas elecciones para la libre manifestación de su voluntad.

Hay muchos otros testimonios de esta actitud consecuente del presidente Madero. Por ejemplo, el 25 de julio, en un mitin en Pachuca, Hidalgo, un diputado expresa que, en Tulancingo, su pueblo, era la primera vez que en realidad se había celebrado elecciones. Y en respuesta, frente a la multitud, Madero le ofrece que también serán libres las de gobernador.

‘Por si hubiese duda y como una prueba más del proceder consecuente de Madero en el terreno de la práctica democrática, recordemos su admirable actitud de imparcialidad en relación con los candidatos porfiristas o abiertamente opositores a su gobierno.

‘En este aspecto destaco el caso de Nemesio García Naranjo, uno de sus más tenaces detractores, que triunfa en el distrito de Lampazos, Nuevo León, y el 2 de octubre la cámara la entrega, por unanimidad, su credencial de diputado.

‘En Tabasco sucede lo mismo. En la región de La Chontalpa es electo diputado don Tirso Inurreta, un recalcitrante porfirista, y su triunfo se reconoce a pesar de que, tal como lo relata el propio Madero:

‘Cuando fui a Oaxaca en mi gira de propaganda, este señor, que era jefe político allí, estuvo a punto de encarcelarme, pero de todos modos necesitamos proceder con estricto apego a la ley, respetando siempre los derechos legítimos de todo ciudadano.

‘La diferencia abismal entre Madero y Porfirio Díaz la describe de manera magistral José Vasconcelos en tres renglones, haciendo evidente -dice- el contraste de un presidente demócrata que se informa de los nombres de los diputados, al mismo tiempo que el público, y el antiguo presidente, que formaba la lista del Congreso meses antes de la elección.

‘En fin, bajo el gobierno de Madero, como casi nunca se ha visto en México, hubo elecciones libres y limpias. Esto, por si fuera poco, se logró en medio de intensas turbulencias políticas y sin antecedentes de una práctica democrática en otros momentos de nuestra historia; es decir, quedó manifiesto, y esa es una de las lecciones de Madero, que ayuda mucho la voluntad presidencial de hacer valer el sufragio efectivo y convertir en realidad un sistema de gobierno representativo, popular y verdaderamente democrático.

‘Por eso Madero ha sido único ¿o acaso sabemos de otro presidente en la historia de México que haya escrito a los gobernadores para recomendarles que se abstengan de manipular el voto y garanticen con equidad la libre decisión de los ciudadanos?

‘En suma, estimadas y estimados mandatarios, los convoco a que juntos hagamos historia, el Acuerdo Nacional por la Democracia y su efectiva ejecución nos permitirá establecer en México la ansiada democracia de manera perdurable y ello elevará a nuestro país hasta lo más alto en el concierto de las naciones. Atrás quedarán los malos recuerdos de siglos de imposiciones y fraudes electorales, y nuestro pueblo, con sus legítimas autoridades, seguirá dando ejemplo de dignidad y grandeza.’

Esta es la carta que envío el día de hoy a los gobernadores

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