QUIRINO ORDAZ COPPEL, GOBERNADOR DE SINALOA:
Muy buenas tardes.
Se siente un poco raro, presidente, acá, sin ver gente enfrente, pero esta pandemia así nos trae.
Decirles que estamos realmente muy felices por todo lo que ha venido sucediendo desde la noche del día de ayer, presidente, que ha sido una gira muy intensa, muy valiosa, muy importante para el futuro de Sinaloa.
Y nada más y nada menos que estar aquí recibiéndolo en una región que le ha dado, fíjese nada más, que le ha dado mucho a Sinaloa, pero que ha recibido, a su vez, muy poco.
No hay, no existe en nuestra tierra, un mejor ejemplo de lucha de un puñado de habitantes para sacar adelante su tierra a pesar de los obstáculos que puede imponer vivir en un lugar tan bello como este, pero donde todo cuesta el doble de chamba, el doble de trabajo.
Del otro lado de estas montañas, señor presidente, usted lo sabe muy bien, se encuentra Durango. Nosotros estamos más contentos, quizás, que del otro lado, por todo lo que representa el beneficio para la economía y para la gente de toda esta región.
Ahí viven familiares y amigos de San Ignacio que parece que viven, como lo vimos ahorita, a miles de kilómetros de aquí cuando se encuentran apenas a una distancia muy breve, muy corta.
San Ignacio, Sinaloa, y Tayoltita, Durango, comparten una misma historia, de allá para acá y de aquí para allá somos el mismo pueblo separado por las montañas. Históricamente, la geografía ha separado esta región y ha impedido su pleno desarrollo.
Cuando uno mira estas montañas tan altas y tan difíciles de cruzar, no le queda más que sentir respeto por toda esta gente, por sus habitantes. Aquí, para visitar a una familia, entre las dos comunidades, para hacer un negocio, para solucionar una contingencia, una emergencia, hay que pagar un avión o esperarse a la secas para atravesar durante horas helecho del rio Piaxtla.
Cuando vivimos en la comodidad que tienen las ciudades, pues realmente nos olvidamos que hay personas que están luchando todos los días para salir adelante en lugares tan bellos, pero tan difíciles como los caminos de la sierra de Sinaloa y Durango, pero quiero decirle, señor presidente, que tenemos muchísimo que aprender de toda esta gente que habita en las montañas, en la sierra, en la lejanía.
Aquí nadie puede salir solo adelante, aquí se trabaja en equipo, codo a codo, paso a paso. Es un ejemplo de cómo se resuelven, cómo se pueden seguir resolviendo nuestros problemas y sobre todo pues todo lo que nos aqueja.
En estos momentos en que atravesamos por grandes dificultades en temas de salud, tema económico, realmente hay que voltear sin duda a ver a esta tierra y a aprender mucho de su gente, porque realmente el trabajo en equipo es lo más importante, la solidaridad, la hermandad, el estar cerca uno del otro, ayudar, pues lo que realmente hace que las cosas… que no haya obstáculo que no se pueda superar y que siempre podemos salir adelante.
Qué gusto, presidente, que realmente haya volteado hacia acá, porque usted es un hombre de un corazón muy sencillo, realmente es un gran ser humano. Yo no sé si… Aquí no había venido un presidente, de entrada, y menos a supervisar una obra en proceso del tamaño de esta.
Está muy adentro, está muy lejano, es difícil realmente, pero usted nos ha demostrado la importancia que tiene el estar en la tierra, el ser un presidente de tierra, estar con la gente.
Eso marca toda la diferencia, conoce todo México, pero lo sigue recorriendo y visitando, y aprendiendo y conociendo, y, sobre todo lo más importante, escuchando a la gente. En ese clamor que la gente ha expresado una gran demanda era esta, era un anhelo de historia, uno de un año, de décadas.
¿Quién volteaba a ver para acá?
Nadie. Basta recorrer todas estas comunidades aquí cercanas a San Juan, que padecieron mucha violencia durante muchos años; San Ignacio, que ha sufrido mucho, pero ver ahorita realmente también como la economía durante años, pues ha sido muy difícil.
¿Qué le va a cambiar a la gente?
Por eso la gente está tan feliz aquí. Le va a cambiar su vida, le va a cambiar la esperanza de tener para sus hijos un mejor mañana y es la mera verdad, porque va a haber oportunidad, va a haber comercio, va a haber comercio, va a haber turismo, porque además esto es bellísimo y la gran nobleza que tiene aquí la gente.
Aquí hay muy buenos jamoncillos, son expertos aquí en hacerlos, en San Juan, pero se come maravillosamente bien, como pudimos ahorita deleitar, el gran sabor y la frescura de sus mariscos y también de su carne.
Y yo realmente… Aventarse un boleto como este no es cualquier cosa, porque además vemos un gran trabajo de ingeniería. Si ven, se avanzó muy poco. Es mucho, porque de aquí para adelante va a ser más fácil, hablaban de un trecho de dos kilómetros, pero lo que esto va a trascender y a significar es impresionante.
Si algo está olvidado es la sierra y es muchas veces los campos pesqueros, es donde está la mayor marginación y pobreza.
Por eso yo lo felicito por todos los programas de bienestar, los programas sociales, el programa Sembrando Vida para toda esta gente va con este tránsito. Y estas posibilidades que se abren va, a ser un ingreso, un gran apoyo que va a recibir esta gente, que la va a animar más, que van a ver esa posibilidad de futuro y es donde no se ha volteado históricamente a ver, a estas regiones.
Por eso, qué bueno tenerlo aquí, qué bueno haberlo recibido en Badiraguato en su momento, pero era difícil realmente mirar hacia acá.
Tuve yo la oportunidad que me dio usted de poderlo platicar. Lo platicamos ampliamente, sobre todo me sorprendió su conocimiento en esa ocasión, además de la historia de los chinos que andaban por estos lares y se aprende de todo eso, de ver cómo tienen esa historia y esa cultura, ese arraigo aquí, porque se fueron, crecieron, pero la gente aquí se quedó y se quedó en la marginación.
No tenemos más palabras que agradecerle, presidente, por esta gran obra, porque, a pesar de las dificultades económicas, usted le está apostando, no está sacrificando; al contrario, está priorizando las obras que traen el mayor impacto social para la gente más humilde y creo que ese es el gran mensaje que se manda con esta valiosísima inversión.
Aprovechar también, presidente, para decirle que le reconocemos y le valoramos mucho el que se hayan liberado las casetas en Sinaloa la semana pasada; es más, había largas filas, ahora hasta dos horas tardaba la gente, hora y media, dos horas, pagando ahora sí. Eso va a ayudar al mantenimiento y sobre todo pues es el mensaje de que no esté en manos de gente que no la debe de tener, era gente pues como se comentaba, delincuentes que no tenían nada que hacer y que estaban viviendo ahí muy cómodamente a costa de los mexicanos.
Entonces, fue una gran decisión que le valoramos mucho y que pues hace que Sinaloa hoy refleje un estado donde hay mucha seguridad, estamos en el lugar 26. Claro, es una tarea de todos los días, pero yo hago un público reconocimiento, lo digo como soy, hablo así, a la mesa de seguridad.
Se lo comenté ayer y lo hago hoy porque realmente hay que aprovecharlo, es un magnífico instrumento, porque ahí estamos sentados todos los que tenemos que ver con la seguridad y rápidamente tú te enteras de la situación de día anterior y las acciones, los operativos, las decisiones que se tienen que seguir tomando para el siguiente día o los siguientes días.
Así es que es fruto de ese resultado, es fruto de ese gran trabajo de todos los días y de estar muy hermanados, muy bien comunicados, cosa que antes no existía.
Antes cada quien andaba por su lado y ni te enterabas y a veces duplicabas esfuerzos y recursos.
Así es que ha sido un gran instrumento aquí en el estado y hay que seguirlo haciendo todos los días y aprovecharlo para beneficio de la estabilidad y de la paz aquí en Sinaloa.
Agradecerle nuevamente su presencia, su apoyo, la buena relación que hay usted. Desde el primer día yo tuve mucha química con usted, lo digo abiertamente. Y lo digo y lo reitero, y lo vuelvo a decir así, dije que nos iba ir a toda madre con usted y así nos estamos viendo, sintiendo los sinaloenses porque no recibimos más que puros buenos beneficios, apoyos y obras que son realidades, no son promesas, no son discursos, son hechos y aquí están y estamos aquí en esta tierra lejana de las comodidades, del confort, pero realmente cerca de la gente que más lo necesita.
Enhorabuena. Felicidades, presidente, y felicidades a todos los sinaloenses por mi conducto, que le agradecemos todo ese apoyo y trabajo en equipo.
Es la única vía para poder avanzar y crecer más rápido, por eso Sinaloa va muy bien y va a ir cada vez mejor.
¡Enhorabuena y puro Sinaloa!
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